viernes, 10 de enero de 2014

La Bruja

Cansada de caminar
bajo la blasfemia secular
-el hombre, los embarazos, los
golpes-
un día decidí volar.

Fue tan fácil:
un suave salto, un empujón
y -pez metafísico-
subvertí las leyes de la gravedad
universal.

No el vuelo
-desesperación alada-
perturbó a curas y carceleros
si no mi libertad a la que se le
gritaba:

¡Es el escándalo! ¡El escándalo!
¡Mátenla!

[M.T. D´Antea]

Luna creciente

   Pura sangre roja sale de mi coño, rabia tibia de mi ovarios mezclada con el dolor de sus cadenas, que pesan. Hierve por todo mi cuerpo la sangre que no saldrá, se acumula en mi cara y quiero llorar y gritar. Reprimo mi instinto asesino, mejor guardarlo para cuando sea necesario... A dormir, que mañana será otro día. Otro día igual. Otro día siendo mi propia apaga-fuegos.