martes, 25 de junio de 2013

Cómo acabar con tu vida social...

   1) Darme cuenta de que la mayoría de mis relaciones sociales se basan en cosas superficiales y reproducen roles de estructuras tan odiosas como la familia. Que yo misma he construido esas relaciones, he alimentado esos roles y que quiero cambiar eso y basar mis relaciones en la confianza, la franqueza y el deseo de deconstruirnos para crear algo completamente diferente, coherente y libre.

   2) Intentar compartirlo con las personas con las que me relaciono, para que todas podamos sacar algo en común de lo que estoy sintiendo y viviendo. Para hacer una crítica de nuestras incoherencias (las nuestras porque yo también las tengo).

   3) Recibir críticas en absoluto constructivas, risas, chistes y silencio al respecto. En algunos casos respuestas a la defensiva y finalmente ante mi insistencia vacío.

   4) Intentar establecer una conversación a nivel emocional sincera y abierta con las personas de mi círculo más cercano de amigos con las que me he sentido mal por las reacciones anteriormente descritas. Intentando buscar la empatía y la reflexión.

   5) Recibir excusas, ataques, verborrea pseudofilosófica para exculparse... Nada de comunicación, ni de respuesta emocional sincera. Como mucho un dame un abrazo sin haber solucionado absolutamente nada. y por supuesto NADA de colectivizar el problema y las responsabilidades.

   6) Decidir liberarme.

   A nivel general en el sentido de las relaciones sociales (colegas, más que amigxs) es más simple:

   1) Decide incluir a lxs animales en el ámbito de la moral. E intentar llevarlo a la práctica con todo lo que ello supone. (vamos, hazte veganazi)
 
   2) Declárate feminista, en la teoría e intenta llevarlo a la práctica. (vamos, hazte feminazi)

   3) Apáñatelas como puedas

domingo, 2 de junio de 2013

Imposible volver a lo mismo de antes...

   Quiero construir relaciones comunicativas, en las que las emisoras sean nuestras bocas, los receptores nuestros oído y el lenguaje la palabra unas veces; y otras los emisores sean nuestros cuerpos, el lenguaje el sexo y el receptor nuestros corazones. Sin necesidad de que nos atemos o nos aten. Sin necesidad de concederle más importancia a un lenguaje que a otro, a una persona o a otra.
   Resultan excitantes el consentimiento, el comunicarse con lxs demás, el sentirse libre...